Para limpieza y pulido de:
| Madera de cualquier tipo de acabado (rústico o fino).
| Superficies metálicas en las que haya que evitar rayaduras.
| Automóviles.
| Ladrillos, tejas, piedras y superficies de hormigón.
| Piezas de material plástico.
| Acero Inoxidable y Aluminio.